The Cage, es un bar fetish. Estamos más allá de lo obvio intentando que todos encuentren lo que buscan. Nos gustan los clientes abiertos e imaginativos Y sobre todo, los que participan. Por el sexo, de la forma que quieras, es importante para nosotros, cuidamos nuestro cuarto de juegos. Pero también sabemos valorar el morbo de una buena conversación y unas risas.Por eso déjate enjaular por el ambiente de The Cage.
THE CAGE is Madrid´s leading fetish bar. It goes beyond the obvious to create a unique experience for men of all ages, it tries to accommodate a variety of interests whether it be leather, uniforms, WS, FF, BDSM or something new. We like patrons to be open, imaginative and – above all – participatory. THE CAGE is recognized for its customer service and overall atmosphere. Although sex is important to us, it is not the only thing we care about. Our patrons also enjoy hanging out, chatting and sharing a laugh. Feel free to get caught in the atmosphere here, at THE CAGE.
Experiencia del Mensajero de Berlin.
La fiesta del Laboratorio, estaba espectacular. Metías todas tus pertenencias en una bolsa de basura, te escribían un numero en el hombro para las consumiciones y levantar tu ropa a final y te marchabas a los diferentes escenarios. Había más áreas habilitadas que de la última vez que havia estado. Una zona en que las cortinas eran todas de goma, había como que una tienda donde todo era de goma. Las paredes, el suelo, los espacios hechos para que la gente se acomodase. Por todo lado botes de 10 litros de lubricante con dosificador para que la gente se sirva, Una zona estaba con ruedas de camiones otra asignada con una cruz roja era como un hospital de campaña. Dentro una mesa de parir con una luz de quirófano e un aparato medico antiguo que estaba funcionando servía de escenario a un grupo de morbosos cuerpazos que se estaban a meter todo lo que puedas imaginar por las aberturas naturales del cuerpo. Como se divierte la gente! a la entrada de esta tienda varias hamacas esperaban ocupantes... Otro sitio, estaba transformado con redes de sombra militares formando un labirinto y se podía llegar a una zona de literas ocupadísimas con gente follando, chupando, mirando, pajeando y un largo etcétera. En esta zona estaba una barra que no había visto de la última vez. Todo el resto, que es gigante, tiene áreas habilitadas para todos los morbos, todas las estéticas y todos los roles. El cielo al fin y al cabo. Las literas que las hay por todas las partes son echas con material de almacenaje industrial y algunas se tornan como pequeños palcos donde una pareja o un trió se junta para la acción. Si solo eres mirón, lo que aquí también se entiende como estar participando, tienes mucho por donde mirar. Pasas unas paredes de ladrillo que están rotas para hacer el paso y llegas a un área para deportes acuáticos. Una cabina de suelo de rejilla metalica, sirve para que los amantes de esta práctica se pongan esperando el donante. Pero si te gusta la ducha solo tienes que dar la vuelta y bajar las escaleras para que quedes debajo de la rejilla y así recibir lo baño dorado. Se subes unas escaleras tienes acceso a una área carcelaria y si te quedas abajo hay unas zonas como que de desván, apretadas y llenas de recovecos donde los sudados cuerpos tienen por fuerza de rozar. Pollas empalmadas por todas las partes algunas pollas declaradas monumento nacional adonde que fueran e unos cuerpazos de desmayo. Pero la gente que realmente se ve follando más y mejor son los otros. Los normalitos que no paran. Hay dos zonas de baños para los fetichistas y ay un cuarto donde te puedes duchar después de haber hecho todo lo que tu cuerpo te pide. Organización alemana. Todos los pormenores pensados y estudiados antes de ser hechos. Pero sin que se queden fríos como todo lo racional en extremo. Cadenas con miles de rollos de papel en los sitios más estratégicos de todo el bar, slings por todo lado tarimas por todo lado, condiciones por todo lado, y la gente corresponde. Folla por todo lado. Solo se pajea quien realmente desea estar solo. Pero incluso para estos debe haber alguno sitio pensado en este bar. Vi dos grandes vigas de hierro en el techo con unas cadenas colgando e imaginé de inmediato tener alguien ay colgado con uno de mis bondajes. pregunte al jefe si llevase mi material se podía usar aquello y de imediacto me dijo que si. Cuando tenía mi cargamento de condones agotado y agotadas mis fuerzas, me vestí, fui al bar pagar las consumiciones entregando mi número y salimos a la calle. Terminamos la noche en el Muxman que estaba abarrotado de tiazos de desmaio. Todavia baje al laberinto pero era tal la concentracion de testosterona y sudor que casi te corrías solo del olor. Me marche al hotel pare recobrar fuerzas para un nuevo día que amaneció con lluvia.
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